Ahora que ha pasado algún tiempo, echo la mirada atrás y no me termino de dar cuenta de lo que ha ocurrido: he terminado el colegio.
Una vez más queda demostrado que el esfuerzo vale la pena. Se veía tan lejos la temida selectividad hace algún tiempo que parece mentira que ya la haya hecho y superado con éxito.
Se aproxima una época de cambios, el primero de todos y que aún se me hace difícil decir es el hecho de que he acabado el colegio, sí, soy antigua alumna del colegio La Presentación y recientemente me he matriculado en la universidad. Finalmente he decidido comenzar mis estudios en el grado de psicología de la UMA.
Este curso ha pasado como una veloz estrella fugaz, cuya luz quedará marcada en mi memoria para siempre pues, aunque corto, han sido muchas las anécdotas y sentimientos desde el primer día ya sean los cambios de clase en el balcón, las conversaciones con los profesores de temas alejados del temario del curso, ese noviembre tan especial, el viaje a Madrid o incluso el poder quejarnos de las fechas de exámenes, de las pocas ganas de entrar a clase o estudiar para trimestrales...
Todas y cada una de las personas que han formado parte de este curso han sido imprescindibles y necesarias, han formado parte esencial de la clase, pues todos hemos sido segundo de bachillerato, incluidos los profesores con quienes hemos podido entablar una relación cercana ya que han querido acercarse a nosotros reconociendo madurez y aceptando actitudes propias de nuestra edad. A pesar de algún que otro disgusto que habremos dado, creo que hemos sabido aprender y rectificar de nuestros errores para dar de nosotros lo que se espera y mostrando nuestra mejor versión esperando así que nuestra generación sea recordada por más que un simple "2014/2015"
Me he sentido acogida en el grupo, he sentido el cariño y agradecimiento de mis compañeros y profesores quienes han sabido apreciar la entrega, voluntad, y sobretodo ganas de que todos estemos a gusto juntos y así lo demostraron mis compañeros tras la fiesta de la Niña María y profesores en el acto de graduación. No me equivocaría al decir que han sido los momentos más felices que pueda recordar. El día de la graduación, al escuchar mi nombre y subir al escenario, recibir la enhorabuena de mi tutor y ver que todos los asistentes estaban de pie aplaudiéndome, ver cómo mis profesores y compañeros asentían reconociendo la mención y cómo mis padres y mi abuela lloraban de emoción y orgullo. Sólo de recordarlo me vuelvo a emocionar.
Dicen que el éxito es sentir que las personas a las que admiras están orgullosas de ti, pues yo siento que a los 18 años he alcanzado el éxito, aunque sé que no es un éxito perpetuo y debo seguir luchando por mantenerlo. Todas esas personas han puesto altas expectativas para mi futuro, y no pienso defraudarles.
Pero como comenzaba diciendo, es una época de cambios y todo pasa, ahora mismo no puedo evitar el miedo a lo desconocido pues de estar siempre en el colegio, en mi segunda casa, toca salir y alejarse de lo que llaman la "zona de confort", hay que perder el miedo y saltar, atreverse y luchar por lo que vendrá, conocer nuevas personas y seguir creciendo, pero siempre recordando de dónde venimos y demostrando que somos Presentación allá donde vayamos.
En este escaso mes, el día siguiente de la graduación participé en un torneo de gimnasia rítmica en el que alcanzamos el escalón mas alto del podium, y todos los equipos del colegio lograron subirse a este en sus diferentes categorías, de modo que no me dio tiempo a recomponerme de la felicidad. Tras acabar la selectividad he tomado un pequeño primer contacto con el mundo laboral cuidando a un niño por las tardes, aprendiendo la responsabilidad de un empleo, y me he sacado el carnet de conducir junto a algunos de mis compañeros del colegio que ya echábamos de menos compartir aula.
Y así me despido, dando las gracias a mis compañeros, a mis profesores en especial a PMARPAR y ROLIBUE quienes se han preocupado por mi y han confiado en mis posibilidades desde el primer momento, a mi tutor SGARMOR, a quien admiro y doy las gracias de un modo especial por confiar en mí y enseñarme tanto dentro como fuera del temario, Gracias.
Dejando constancia del título de este blog "Mutatis mutandis": "cambiando lo que se deba cambiar" y para bien o para mal todo cambia, haciendo también un guiño a la filosofía en Heráclito, a quién estudiamos a comienzo de curso y que sostenía que todo está en perpétuo cambio "Panta Rei" y del mismo modo que no te puedes bañar en el mismo agua dos veces, no se pasa más que una vez por este curso ni por estos años académicos.